Cuando tienes un sueño, algo verdaderamente ambicioso en lo que crees normalmente siempre hay alguien que intenta quitarte la ilusión. Te dice que jamás lograrás conseguirlo, que te quites esos pájaros de la cabeza, que sólo es un sueño. Un sueño es algo que carece de realidad, un proyecto-deseo sin probabilidad de realizarse. Sin embargo los grandes logros de las personas, empezaron siendo un sueño de alguien. Y todo gran sueño, empieza con una soñadora.

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No dejes que te digan lo que puedes o no puedes hacer. Tú eres la única responsable de decidir hasta donde puedes llegar. Sin esas personas que un día lograron decidir conseguir lo que se propusieran, los grandes avances de la humanidad no se hubieran producido.

 

Escríbete una carta a ti misma; para leerla dentro de 5, 10 ó 20 años. Desafíate y cuéntate que te gustaría haber conseguido durante todo ese tiempo. Entonces sabrás lo que es verdaderamente importante para ti. Cuando lo descubras, toma una decisión y ¡ah por ella! Eso sí, con tomar la decisión no basta. El resultado dependerá de tu actitud. Y con actitud me refiero, a despertarse cada mañana con ganas de dejarse la piel por tus objetivos. Y no vayas por ahí diciendo lo que vas a hacer o a dejar de hacer. Ponte a ello.

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¡Cuidado! Con la gente que destruye; con esa gente que siempre tiene excusa para todo y está en contra de todo. No dejes que destruyan tu ilusión. Por qué es donde muere la ilusión y nace la amargura. 

 

Da la mejor imagen de ti misma. Por qué al fin y al cabo depende de ti. De ti depende que los obstáculos se conviertan en retos. Sin olvidar que ante estos retos hay que tener coraje. De ti depende la humildad con la que aceptes el fracaso y vivas el éxito. Por qué en la vida unas veces se gana y otras se aprende. Y si el plan A falla, no desistas, recuerda que aún tienes 25 letras más. Lucha por tus sueños, ten pasión, ten hambre. Por qué entonces nuestros sueños serán alcanzables mientras nos hagan realmente felices. Por qué entonces haremos cosas que jamás nos hubiéramos imaginado. Y si no puedes hacer lo que te llena, haz que te llene lo que haces. Por qué lo que hoy está vacío. Mañana puede estar lleno.

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Judith M. Aguilar Castellanos, CEO Fundadora fEMPOWER